La Historia de TAMAR en la Biblia: La POLÉMICA Verdad que La BIBLIA Esconde!


En la Biblia, pocas historias son tan impactantes, desafiantes y polémicas como la historia de Tamar. Su relato, registrado en el libro de Génesis, no solo nos enfrenta con cuestiones morales, sino también con la cruda realidad de las costumbres de la época. Tamar no fue una mujer cualquiera: su nombre se convirtió en símbolo de justicia, astucia y resistencia frente a una cultura patriarcal. A continuación, te contamos la verdad que muchos no conocen sobre esta poderosa figura bíblica.

¿Quién fue Tamar en la Biblia?

Tamar aparece en el capítulo 38 del libro de Génesis. Era nuera de Judá, uno de los hijos de Jacob (el patriarca de las doce tribus de Israel). Fue casada con Er, el hijo primogénito de Judá. Sin embargo, la historia da un giro trágico: Er fue “malo ante los ojos de Jehová” y murió, dejando a Tamar viuda y sin hijos.

En la cultura hebrea de la época, si un hombre moría sin dejar descendencia, era costumbre que su hermano se casara con la viuda para darle descendencia en nombre del fallecido. Este acto se conocía como «levirato».

El conflicto con Onán: ¿desobediencia o egoísmo?

Judá ordenó a su segundo hijo, Onán, que cumpliera con esta costumbre y se uniera a Tamar. Onán aceptó la relación, pero evitaba intencionalmente que Tamar quedara embarazada porque sabía que el hijo no sería considerado suyo. Esta desobediencia fue considerada como una falta grave ante Dios, y por eso, Onán también murió.

Aquí es donde el relato se vuelve aún más polémico. Judá, temeroso de perder a un tercer hijo, decide no darle a Tamar su último hijo, Sela, aunque le promete que lo hará cuando sea mayor. Tamar, entonces, es enviada de regreso a la casa de su padre, en lo que parece una excusa para mantenerla alejada.

Tamar toma el control: un acto de valentía y estrategia

Después de esperar por años y ver que Judá no cumplía su palabra, Tamar decide actuar por su cuenta. Se disfraza como prostituta y se coloca en el camino por donde Judá pasaría. Sin reconocerla, Judá se une a ella y le promete un cabrito como pago, dejando como prenda su sello, su cordón y su bastón. Tamar queda embarazada de este encuentro.

Cuando se descubre que está embarazada, Judá (sin saber que él es el padre) manda a castigarla por «fornicación». Pero Tamar, en un acto que cambiaría su destino, le envía las prendas como prueba de la identidad del verdadero padre. Al verlas, Judá declara: “Ella es más justa que yo”, reconociendo su error.

¿Por qué esta historia es tan polémica?

  1. Cuestiona la moralidad de los personajes bíblicos: Judá, uno de los líderes de las doce tribus, es presentado como un hombre que no cumple sus promesas, busca prostitutas y luego intenta castigar a Tamar por una falta que él mismo cometió.
  2. Empodera a una mujer en una sociedad patriarcal: Tamar no acepta pasivamente su destino. En lugar de quedarse esperando la justicia, ella la busca activamente con inteligencia y determinación.
  3. Toca temas sensibles: prostitución, justicia personal, poder masculino, la hipocresía religiosa y la línea entre lo legal y lo moral.

El legado de Tamar: madre de la línea mesiánica

Lo más sorprendente de esta historia es que Tamar se convierte en parte directa de la genealogía de Jesús. En el evangelio de Mateo (Mateo 1:3), se menciona que Judá fue padre de Fares y Zara con Tamar. Es decir, Dios no solo no la excluye por su acción, sino que la incluye en el linaje del Mesías, lo que la convierte en una figura de redención, justicia y restauración.

¿Qué nos enseña la historia de Tamar hoy?

  • No aceptar la injusticia: Tamar nos muestra que, a veces, para hacer valer nuestros derechos, hay que tomar decisiones difíciles y valientes.
  • La verdad sale a la luz: A pesar del engaño inicial, su búsqueda de justicia fue reconocida incluso por aquellos que intentaron juzgarla.
  • Dios usa a quienes otros desechan: Lejos de ser rechazada por su pasado, Tamar fue honrada como una de las mujeres más importantes en la historia de la redención.

La Biblia no oculta la verdad, la revela

Aunque muchas veces esta historia se ha intentado suavizar o pasar por alto en las enseñanzas tradicionales, lo cierto es que la Biblia no evita las historias difíciles. Todo lo contrario: nos las presenta tal como son, para enseñarnos que la justicia, la redención y la verdad pueden surgir incluso de los lugares más inesperados.

Tamar no fue solo una víctima de las circunstancias, fue una mujer que supo usar su voz, su inteligencia y su valentía para reclamar lo que le correspondía. Y por eso, su historia sigue siendo contada hasta hoy.

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